No estás solo/a
Cuidar de un perro con cáncer es duro. El diagnóstico puede sentirse como un golpe inesperado. Te sientes preocupado/a, triste, quizás incluso enfadado/a o impotente. Y todo eso es normal.
Con este artículo queremos darte un poco de apoyo. Sin promesas vacías, solo consejos sinceros y comprensión. Estás haciendo lo mejor que puedes, y eso ya es mucho.
1. Las emociones van y vienen – y está bien
Hay días en los que te sientes fuerte, y otros en los que no puedes más. Eso es normal. Aquí algunas emociones comunes:
Miedo
¿Qué pasará? ¿Está sufriendo mi perro? ¿Estamos haciendo lo correcto? La incertidumbre forma parte del proceso.
Culpa
¿Debí darme cuenta antes? ¿Hice algo mal? La verdad es que el cáncer sucede. No es tu culpa.
Tristeza
Ver sufrir a tu perro duele. Permítete estar triste, incluso si tu perro sigue contigo. No reprimas tus emociones. Reconócelas. No tienes que ser perfecto/a.
2. Busca personas que te entiendan
No tienes que cargar con todo tú solo/a. Habla con amigos, familiares o alguien que sepa escuchar. Y si no puedes, recuerda que hay más personas viviendo lo mismo.
En BraveBites hemos creado un grupo de apoyo en Facebook. Allí los dueños comparten sus historias – las buenas y las difíciles. A veces, un simple mensaje puede hacer que te sientas menos solo/a.
3. No te olvides de ti
Cuando todo gira en torno al cuidado, es fácil olvidarse de uno mismo. Pero el autocuidado es clave.
¿Qué puede ayudar?
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Salir a caminar o tomar aire
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Hacer algo que te relaje (leer, escuchar música, un baño caliente)
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Hablar o escribir sobre lo que sientes
Si todo se vuelve demasiado, busca ayuda profesional. Eso no es debilidad. Tú también importas. No eres solo cuidador/a – eres persona.
4. Enfócate en lo que sí puedes hacer
Puede que no controles la enfermedad, pero sí puedes mejorar el día a día de tu perro.
Piensa en:
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Alimentación: BraveBites fue desarrollado especialmente para perros con cáncer – sabroso, nutritivo y fácil de digerir.
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Comodidad: Un lugar tranquilo, una cama suave, un poco más de cariño... Todo suma.
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Rutina: Sigue el plan del veterinario y mantente atento/a a los signos.
5. Celebra las pequeñas cosas
Cada pequeño logro merece ser celebrado.
- Un día sin vómitos.
- Un movimiento de cola.
- Un plato vacío.
A veces la fuerza está en la alegría de un buen día.
Para terminar
No estás solo/a en esto. En nuestro grupo de Facebook encontrarás personas que entienden lo que estás viviendo – sin juzgar.
Y recuerda: tú y tu perro son más fuertes de lo que piensas.
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